sábado, 15 de diciembre de 2007

No te mentiría.


Te diría que te amo, pero sería insensata y deshonesta.

Te diría que te quiero, pero no eres más que la cosificación de la gratificación y satisfacción de mis necesidades.

Te diría que me gustas, sin embargo no alcanzo a percatarme de eso, todo corre rápidamente.

Te diría que te deseo, te lo diría una y otra vez murmurándote al oído suavemente o en un afanoso aullido ensordecedor. Te lo diría con certeza y a la cara, siendo así veráz y honesta hasta mi último poro impulsivo.

T
e diría desde el alma que te deseo delirantemente mientras te convierto en sangre desparramada en mi cuarto por el ímpetu de mi puñal y mis caninos, pues no hay vista, horizonte ni cuadro más bello que ese rojo intenso y metálico que me ofrenda tu cuerpo, desperdigado por mi habitación putrefacta, mas bella y mia, solo mia.

martes, 11 de diciembre de 2007

Que me hace feliz.


Mallén me invitó a formar parte de esta cadena, a pesar de no ser muy hincha de éstas me pareció entretenido hacerme conciente de cosas que me alegran, entonces aqui van ocho de ellas.

1. Dormir mucho, bien y soñar.

2. Las noches con inspiración para escribir, junto a un cigarro y un té caliente.

3.Encontrar esa mística interesante en una persona que crees conocer y que en una 
conversación le re-conoces.

4. Un borrachera de puta madre donde me haya reído hasta el hipo y las lágrimas.

5. Un libro que me deje extasiada.

6. Comer un chocolate dulce y delicioso A SOLAS.

7. Una larga conversación con l@s amig@s (aunque sean infructuosa jaja).

8. Una victoria de mi equipo de fútbol, Universidad de Chile.


Estas son mis respuestas más rápidas que puedo dar al MEME (que es un meme?) que me invitó Mallén

Ahora tengo que pasar esta lista a ocho personas y estas son:
Vere
Hanna
Cuchhhi
Paz
Digler
William
Warren Lee
Amorexia


Las reglas son sencillas: cada jugador debe realizar un listado de ocho cosas que le hagan feliz; las publican en su blog, junto a las reglas del juego, luego seleccionan a otras ocho personas para invitarlas a participar en esta dinámica, individualizándolas por su nombre o su dirección de blog, y listo.
Dato importante, dejen un comentario en los blogs de quienes han sido invitados por ustedes a hacer este asuntillo.

Abrazos y a hacerce conciente de esos detalles que cambian el día...

Para ti Amorexia es un desafío personal... ya sabrás por qué.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Por las noches te deseo.

Con delicadeza puso un pie en el piso, suspiró y se levantó de la cama, arropó tiernamente a su amante y tomó del buró una caja de cerillas con el nombre del ostentoso hotel que les albergaba y con la serenidad que le otorgó el buen sexo y la batahola de instintos que este le despertaba, prendió un porro mientras miraba por la ventana la pomposa vista que tenía la habitación.

Las interminables colinas bañadas en plata gélida, antecedidas por un frondoso bosque de intenso verde que dejaba oir entre sus resquicios los murmullos de almas y animales que habitaban en el lugar le dieron completa sensación de serenidad. Fuma, y su cuerpo se vuelve laxo, su sonrisa permanente y se felinamente elonga un poco de cara al bosque.

Sin poder conciliar el sueño paseaba por la habitación; tanto sexo, tantas emociones le abrieron el apetito y pidió servicio a la habitación una cantidad exuberante de comida, la más exquisita.
Comió con calma, monarca de esas cuatro paredes, su superioridad era obvia y se comportaba como tal, arrogante y con seguridad expeliente, reparó en abrir la ventana para acompañarse del aroma boscoso invernal, la imagen le pareció tan romántica que hasta creyó sentir amor por su efímera amante que descansaba entre sábanas de seda. Dejó la bandeja de comida a un lado y se dirigió nuevamente al buró, del que sacó un poco de cocaína. Con destreza inhaló y se volvió a sentar frente a la cama, mientras la brisa que entraba por la ventana seducia en suaves caricias su rostro y hacia danzar su cabello.  Su líbido insegura se asoma, y en una orgía se fusiona con la arrogancia y la locura.
-Ahora te voy a cantar- le decía a su amante, quien a medio reaccionar le miraba con impavidez e impresión, sin hablar, sin moverse, sin chistar, solo recorriendo frenéticamente con la mirada la habitación y su acompañante.
-Si tan solo supiera tu nombre preciosa- decía en la silla, guitarra a cuestas. Ininmutable la mujer no respondía, su boca medioabierta no acusaron recibo de las palabras esbozadas, solo su mirada seguía registrando todo.
-traje una guitarra, te va a gustar esto, te va a impresionar, no lo olvidarás-
Desenfundó la guitarra roñosa que expelía olor a madera vieja, la apoyó sobre sus piernas aun desnudas, contra su torso aun desnudo también y entonces comenzó a afinarla despacito y con cuidado entre sonrisas regaladas a la muchacha de la cama. Un silencio, la mira con lujuria, suspira profundo y entona una canción improvisada como oda a su silueta, a sus pechos firmes y sus caderas sinuosas, su pelo castaño dócil y sus ojos marrones, a sus manos suaves y pies delicados, a su tez de alba inocencia y sus genitales ardientes y profanos.
Cantó un par de minutos poesía barata y vulgar, cantó y se aburrió, ya no era entretenida esta aventura, inhaló otro poco de cocaína. A pies descalzos vagó por la habitación, un olor metálico carcomió sus narices y se aburrió más, se puso el vestido de gala rojo, vistió sus pies con tacones altos y puntiagudos, cogió su larga y bella cabellera rubia en una sofisticada cola de caida aterciopelada, colgó sus alajas del cuerpo; aros, collar y anillos, y pintó sus labios de rojo sensual intenso que hacían más intensamente exótico y hermoso su rostro terso y pálido, como genuina porcelana.
Se miró en el espejo-como siempre, gloriosamente inocente- pensó, retocó los últimos detalles, cogió el bolso y destapó a la mujer en la cama, la olió desde los pies hasta la melena marrón, besó los labios glaciales del pseudocadáver y con el índice de su mano chapuceó en el charco de sangre que nacía en el cuello de la mujer agonizante y terminaba en la almohada empapada, llevó el dedo a su lengua y con los ojos cerrados suspiró.
– te dije que te iba a gustar- murmuró con desprecio al oído de la prostituta casi extinta que solo le quedaba la frenética mirada y algo de conciencia para ver como su asesina emprendía camino a la puerta con el vaivén refinado de las caderas de una mujer sensual, satisfecha, instintiva, feroz y animal, mientras guardaba en su pequeña cartera camino a la salida el puñal oxidado que la acompañaba noche a noche, habitación en habitación, víctima a víctima, sangre a sangre.

viernes, 30 de noviembre de 2007

Diego

Sometimes tu gélido expresar afectivo me emputece.
Sometimes tu humor negro me agota.
Sometimes tu perspicacia me asombra.
Sometimes tu gringoveneración me descoloca.
Sometimes tu contrariedad con todo y todos me aburre.
Sometimes tu honestidad me azota.
Sometimes, everytimes, agradezco tu precencia, porque eres el oportuno abrazo, la oportuna puteada, el exacto y perpetuo silencio, el preciso consejo, el justo sarcasmo, el certero hermano, el certero amigo, mi amigo.
Te quiero.

sábado, 24 de noviembre de 2007

paradero 307

Sofía se llamaba, creo. Todavía con resaca y medio mareada me contaba, mientras espejo en mano retocaba su rostro ajeado por la noche, su micro-historia llena de anécdotas.
La micro iba llena y su hedor a fiesta contaminaba el lugar, pero la ternura que emanaba su rostro de niñita cuica y perna hacía que este fuese más un chiste que una molestia para los pasajeros.
"Me dai agua porfa" me preguntó medio compungida y risueña, dandole inicio a nuestro diálogo.
Que un pub, que unos tragos (de más de tres ingredientes y dulzones, típico de las minas), que unos pitos, que luego la disco, que luego el bajón, que luego unos tipos, que tomar en la playa, que luego una casa desconocida y sábanas ajenas fueron la tónica. Que jamás se habría imaginado haciendo tanta locura, que era virgen, ¿que si me aburría con la historia? Para nada, se volvía más interesante en cada detalle, le pregunté qué había sido lo más alocado y me dice "todo, es una escalada, pero lejos fue el departamento de estos tipos"
"Cuentame" le dije, el trayecto era largo y la odiosidad de este hacía interesante cualquier anécdota por aburrida que fuese.
Sentada en el sillón, ebria, volada y atrevida propone poker desnudista.
Lo que el alcohol, marihuana, tequila y piel expuesta conjugan es, para cualquier mortal carnal, obvio: SEXO. Entre pudorosos intervalos a lo largo de su relato se cuestionaba sin mucha culpa como se había atrevido, que jamás se habría imaginado haciendo algo así, etc. y continuaba con su historia, recordaba haber besado a un tipo, luego a otro, este otro a su amiga y su amiga más tarde al tercero y entre lagunas mentales llegó a recordar el episodio de la cama, en la cual cinco almas despojados de inhibiciones y pudores daban rienda suelta a sus instintos, donde su razocinio resultó mutilado y sus lados más animales expelían monarquía.
Relata con viveza y la mirada lejana, puesta en horas pasadas, el éxtasis que la capturó en cada fragmento de segundo de esos instantes, describía el olor a piel y sexo que inhalaba en cada jadeo, la sensación del roce desnudo de cuerpos y se impresionaba con la comprensión del idioma del placer y la carne. Rememoraba intensamente la muchacha a mi lado, casi al borde del orgasmo, pero intespestivamente su mirada vuelve al bus, la disipación del alcohol en su cuerpo le devolvía de a goteras su pudor.
Prosigue, otra laguna mental y el despertar, algunos se fueron, otros descansaban en otra habitación, otros dormían y solo se encontraba ella enredada en esas sábanas ajenas, sudada, despeinada, con sed y desnuda. En un acto de agradecimiento por la extraña experiencia deja su ropa interior colgada de la manilla de la puerta y como levitando salió del departamento, ni apurada ni atolondrada.
Comió algo rápido en la calle y tomó el bus, allí sentada, medio mareada me pidió agua, mientras iba agregando detalles sueltos y disgregados que recordaba con el pasar de los minutos y la ebriedad, en su mayoría se trataba de datos picantes del tiempo en la habitación, hasta yo mismo me asombré y levantaba mis cejas meneando mi cabeza en signo de aquello.
Se vino el típico comentario de mina "yo esperaba perder mi virginidad en una situación más romántica, enamorada, algunas rosas por aqui por allá, música lenta, tu cachai po" dispuesto a escuchar la catarsis de arrepentimiento cuestionante lanza otra "pero no me arrepiento, más que mal conocí lo bueno altiro" y sentí casi enamorarme de la joven, porque como hombre obedezco al pragmatismo.
Aqui me bajo yo - dijo, me agradeció por el agua y el oido, me besó en la mejilla y descendió, por un instante me abrazó un delgado hilo de nostalgia de que no me acompañase hasta mi paradero, pero respondiendo a la sutileza de este sentimiento le dije adiós.
Como si fuesemos amigos y por la simpatía que despertó la muchacha me levanté del asiento situando en la última fila del bus para despedirme de ella, yo agitaba mi mano y ella respondía a mi gesto acompañada de carcajadas, busqué en mi bolso un pañuelo para hacer más jocosa la situación y encontré un diminuto pedazo de género que tomé entre dos dedos, comenzé a abatirlo como las magdalenas que despiden a su marinero, ella reía más y más brillante se veía.
Cuando el bus comienza a avanzar la muchacha se lleva las manos a sus mejillas, clava la mirada en el pequeño retazo que flameaba en mi mano y yo le copio, mi brazo deja el movimiento y me encuentro con una diminuta braga colgando de entre mis dedos, mientras la distancia nos disipaba quebramos el hipnótico momento pentrando intensamente nuestras pupilas quemantes y dilatadas, al unísono de la penetrante mirada que estrellamos, mezcla de sorpresa, pasión y erotismo, recordamos la extasiante noche que habíamos compartido y en tanto el bus nos volvía cada vez más pequeños, más grandes la satisfacción nos henchía por al menos poder recordar nuestros rostros y levemente nuestros nombres. Sofía creo que se llamaba, Sofía...

domingo, 11 de noviembre de 2007

El Perfume - Patrick Süskind

Hace un par de meses estaba en una tienda de arriendo de películas, me encontraba buscando y buscando en las estanterías con una idea vaga de lo que quería ver esa noche. Tentativamente llegué frente a una carátula interesante, era "El Perfume", película basada en el libro de Patrick Süskind.

Casi por instinto me rehusé a verla, salí del local con otra cinta y en un acto de obstinación prometí no ver la película en cuestión sino hasta leer el libro. En esos días se aproximaba mi cumpleaños y decidí elaborar un listado de autores para sugerirlos como regalo, el compilado de títulos fue divulgado y en él iba Patrick Süskind escrito.


Con un mes de atraso me llega un pequeño paquetito, un regalo de un tío muy querido que si de lectura se trata siempre acierta con un buen libro y esta vez no era una excepción, para mi tuvo el acierto mgistral que lo llevó a coger de las repisas de la librería ese libro.
Lo abrí y cual infante frente a la conmoción de una emoción positiva me puse a saltar diciendo "¡el perfume, el perfume, el perfume!".

Y así, no obstante la turbación, dilaté la lectura hasta tener tiempo suficiente para deleitarme con cada una de sus letras, puntos y comas. Llegado este momento me vastaron solo tres días para leerlo, tres días para inmiscuirme en una historia rica en giros, sencillez e intriga.

Süskind, en El Perfume, embeleza con su simplicidad y sin necesidad de albergarse en pomposas descripciones o verborreicas y rebuscadas frases, logra aprisionar al lector, proporcionando con su candidez historia al lector como droga al adicto.

Los hedores, la castidad, la belleza y horripilancia son tan evidentes en cada línea como la genialidad del autor, se sienten los olores, se siente la locura, se siente la lectura.

Giros insperados, dilataciones necesarias, descripciones prolijas y metáforas sencillas vuelven cada vez más seductora la lectura, si, seductora, esa es la palabra precisa, pues él, Süskind, me sedujo con este libro y tuvimos un affaire lecturístico que no pienso olvidar.

Indiscutiblemente es el mejor libro que he leído, es ese tipo de lectura que atrapa en sentido literal; el teléfono, los quehaceres, el trabajo, todo se convirte en estorbos malditos que intefieren en esta compenetración con Grenouille.
La bulla no existe como distractor, no molesta con su insolencia, porque la misma obra, imponente y soberbia, la manda a callar cuando capta la atención del que lee, atención la cual se vuelve respetuosa y sumisa frente a las líneas.
El corazón se rinde a la emoción e intriga, desbocándose y enfriándose según el pasaje por el que se esté viajando, escalofríos recorren la médula hasta la nuca al son de Jean-Baptiste y sus pasos; aveces de manera sutil y otras intespertivamente el texto moviliza el cuerpo y los afectos, es verdaderamente un conglomerado de maestría.

Si me preguntan que libro les recomendaría leer supongo que es evidente.

De la película ni idea, aun no la veo pero es como de perogrullo que jamás va a relatar con tanta minuciosidad y elegancia la historia de un asesino descarnado, demente y brillante como Jean- Baptiste Grenuille.

Saludos, PAZ.

Con fecha 23 de mayo de 2008 hago una modificación en el texto para contar que ví la pelicula y que nada tiene que ver con el libro, se basta en este, mas Grenuille no se desarrolla de la manera tan completa como lo hace en las líneas escritas por Süskind.
Entre letras e imágenes, sin duda alguna, las letras ganan esta batalla.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Tan azul


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Con los ojos apretados, los puños aferrados a las sábanas y un sollozo de resignación aceptó despertar. Comienza el día y ella camina inerte entre la gente, con un respirar lento y pesado en el pecho. El aire le resulta espeso.
Siempre transportada a otro lugar, a otra realidad, con la mente atiborrada de historias de amor imposibles, camina torpemente por la vereda mientras escucha siempre la gastada canción que le recuerda a él, sus compases son más que familiares, las notas se impregnan en su piel, y la melodía le otorga una sutil sensación levitativa al caminar.
Va escuchando la gastada canción, la única almacenada en su pendrive y a lo lejos divisa una figura conocida; si, era él, detiene el paso perpleja, su cuerpo se paraliza, el corazón se enmaraña en espasmos y arritmias nerviosas y un frío comienza a emanar de éste cubriendo su cuerpo con una gélida sensación, enfriándosele hasta la llema de los dedos, los ojos, las mariposas de hielo en su vientre e incluso su voz, la que vidriosamente y tras un esfuerzo colosal logra tímidamente producir un quebradizo saludo.
Esos fueron sus treinta segundos de gloria durante el apático día. Recobra el calor corporal, el corazón retoma su ritmo abatido para continuar su andar torpe, acompañada de la gastada canción y ausente en mente funciona quién sabe como.
Llega la noche, la tan esperada noche, cierra la puerta de su habitación, con un resuello de tranquilidad sella lo que fue su patético día, y ahi, entre ínfimos metros cuadrados siente reencontrarse con la vida, en un cuchitril desordenado pero oloroso, en un espacio reducido siente rozar la sensacion excelsa de eternidad que proporciona la felicidad y el amor.
Por fin dormir, por fin encontrarse con él, por fin besarlo y sentir su piel, por fin tenerlo junto a si, por fin apagar la luz y solo soñar.
Cierra los ojos y su rostro se convierte en tibia porcelana adornada por su sublime sonrisa, repasa una, dos, diez veces los treinta segundos de gloria para retener cada detalle de este hombre que le despoja la vida bajo la luz del sol, pero se la devuelve al alero de las estrellas.
Repasa la figura de este hombre de penetrantes ojos azules, tan azules como el horizonte, donde el cielo y el mar se reunen, tan azules como el viento aterciopelado que sopla en primavera, tan azules como el anillo que delinea la luna llena donde se junta su luz y el infinito del universo... Recuerda sus labios rosados, ajados y pulcros a la vez, y su sinuosa nariz tan perfecta como el azul de su vista.
Construida la fotografía se entrega a la quimera, la cual para ella justifica su existencia y vive, vive, vive mientras sueña...
Solo así lo tenía, solo en espejismos construidos con el sudor de utopías y fantasías, solo asi alcanzaba a robarle un poco de azul y un beso tibio...
Estaba enamorada, enamorada hasta las tripas de un hombre que conocía en sus sueños, que durante el día veía lejano y distante enterrado bajo libros y divariaciones epistemológicas, mas esa distancia embelesaba su belleza, refinaba su idealización y a la vez lo hacía más remoto...
Y así durante largo tiempo esperaba con ansias aferrarse a las sábanas y delinear su rostro con una onírica sonrisa.
Día tras día comenzaba a odiar más el fulgor del día, los amaneceres y sus aves, día tras día el lobrego cuartucho se convertía en el cobijo casi celestial de su alma enamorada.
Miles de sueños, miles de escenas, miles de besos y apasionados encuentros habían protagonizado las películas nocturnas que con naturalidad construía inconcientemente.
Miles de noches, miles de sueños, miles de miles...hasta que henchida del profundo amor que sentía por ese hombre de ojos azules y labios ajados, extenuada por el frío turulato que obstruía correr hacia él para contarle cuantas noches la había acompañado, cuantos sueños había construido, cuantos versos le había escrito y cuanto amor había sembrado en su espiritu fértil, cansada llegó a su refugio, escribió el epílogo para su amarillento cuaderno repleto de versos, los más bellos que se han escrito, los más bellos que se han escuchado, indicó a quién entregar el cuadernillo y con su mano atestada de pastillas somníferas se llevó a la boca estos elíxires de muerte, el pasaje a su propio edén.
En tanto algunas pastillas desgarraban la garganta a su paso y otras se deshacían en su boca, una curiosa serenidad la embaucaba, la que se erigía sobre la certeza de que este sería su último sueño mas sería infinito, e infinitamente estaría junto a él, el hombre de ojos azules, tan azules como el infinito desnudado por la luna y tan azules como el último suspiro de vida de esta mujer onírica y enamorada.

miércoles, 31 de octubre de 2007

ella.

Aveces pienso que es exagerada su reacción, aveces pienso que se justifica su hipersensibilidad, aveces me agota y otras me llama la antención...
Si no le aviso de mi llegada ella grita despesperadamente, como si fuese a destriparla o como si le faltara el respeto a su presencia...

Si le aviso de mi visita asume en silencio mi compañia y nos desplazamos juntas en serenidad haciendonos compañia.

Cuando grita yo escucho, acudo a su llamado, infiero su malestar y espero a que calle porque sé que con una pequeña intervención el silencio nos acoge, porque es su ritual, porque es su defensa, porque yo lo quise así, porque asi es la alarma del auto.

jajajaja.

Paz

martes, 2 de octubre de 2007

29.9.1983

Me he desconectado de todo lo cibernetico para encontarme con seres queridos bajo el alero de mi cumpleaños Nº24 y el quinto aniversario de pololeo.
Importantes reencuentros, grandes celebraciones, catarsis varias y RELFEXIONES PERSONALES QUE PROCEDO A COMPARTIR.

Ha sido un año, digamos, redondo, donde he logrado experimentar el dolor de evocar recuerdos no gratos, sentir su amargo sabor y envolverme de su mala energía para resignificarlos como antes no lo hice y así convertirlos en una experiencia vital que proporciona verdadera sabiduría, de esa que no entregan los libros ni maestros, de esa que se aprende a costalazos.
En términos educacionales estoy a ex portas
de finalizar mi carrera, con grandes logros e infinitos aprendizajes, he reafirmado mi gusto por la psicología forense y he desarrollado habilidades que me permiten trabajar en el área, me he enfrentado a una realidad que choca, que a ratos duele, que genera impotencia, pero que finalmente transformo en motivación por hacer mi trabajo con ahinco y compromiso para entregarle a los reos lo mejor de mi.
Me he aceptado a mi misma con mis defectos y virtudes y por sobre todo he aprendido a querer mis defectos, me he enamorado de mi misma, nunca narcisamente, pero si de manera tal que no necesite reafirmaciones externas (que nunca vienen mal).
He consolidado una relación afectiva significativa, construida a base de amor y verdad, con altos y bajos, como cualquiera, sin embargo, aprendo día a día que la más minima crisis es un grito del cambio que quiere adentrarse en nosotros.
He reconstruido
la relación con mi madre, dándole permiso al dialogo, al entendimiento, a la catarsis y a la incondicionalidad.
He delineado mi futuro con sutileza, sin tener expectativas sobredimencionadas en él, pero creyendo que hoy doy pasos importantes para edificalo.
He crecido mucho más de lo que imaginé, me he desnunado de las defensas psíquicas arcaicas que me protegían con un afán hedonista.
Me he animado a ser dura cuando tengo que serlo, a ser blanda cuando se amerita y a ser parcial cuando se debe, he creido en mi misma y me he animado a escribir.
He aceptado mi pasado doloroso como un tesoro personal, que puedo compartir como experiencia de vida, entiendiendo que el silencio no amina el daño.

He crecido en un año redondito y por eso estoy en paz conmigo misma y con quienes me rodean.

Pero lo más importante de todo es que me he encontrado, frente al espejo, con una mujer un poco loca pero feliz.





martes, 18 de septiembre de 2007

Buen viaje.

Con la extraña sensación de que el mundo se detenía frente a él, porporcinándole un amargo y doloroso trago de realidad, observaba estupefacto el álgido cuerpo yacido en el marrón ataúd.
Ya los suspiros eran inútiles y el llanto aún más, el destino había dictaminado y la muerte, afanosamente, hizo su trabajo.
Él, atónito y cada vez más agotado, obervaba las arrugas del desvaído rostro, otorgándoles a cada una de ellas una fecha y un acontecimiento, queriendo, inútilmente, darle solemnidad a la torcida vida que llevó aquel sujeto.
Cansado de tratar lo imposible subió la mirada y fue en ese instante cuando sintió conocer la miseria.
Ningúna lágrima por el difunto, ningún alma acongojada habitaba el salón velatorio, se respiraba un aire de paz, un por fin anhelado momento por muchos.
La viuda abrazaba a su hijo menor, el cual, mezcla de tenue pena y espesa tranquilidad, justificaba su presencia como una pseudo olbigada gratitud, más que mal, tan niño, no alcanzó a albergar un desprecio 
descomunal, como el que el hijo mayor había cultivado dentro de si.
Y este último como tal, hacía bien su papel de maestro de ceremonia...
Su mirada se posó en ese joven, y en milésimas de segundos se conectó con su vacío afectivo, fracciones ínfimas del infinito tiempo le mostraron el desinterés por la pérdida, y quizás hasta la satisfacción por esta. Este no era más que un trámite ceremonioso, que inexorablemente cambiaría la vida de los que quedaron, pues quién se fué no era más que un obstáculo para la cansada felicidad que no encontraba forma ni resquicio para asentarse perpetuamente en sus vidas.
Contra su escepticismo y su dureza comenzaba a experiementar dolor, junto a la extraña sensación de que el mundo se detenía frente a él, porporcinándole un amargo y doloroso trago de realidad, observaba nuevamente, estupefacto, el álgido cuerpo yacido en el marrón ataúd y se veía a si mismo, entiendiendo por fín que sería una bastarda alma en pena, en eterna tortura por saber que su presencia hacía miserable a quienes él retorcidamente quería, pagando sus pecados observando por siempre la felicidad 
que trajo su trágica y bienvenida muerte.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Ese domingo.



Justo cuando más lo necesitaba llegas con tu acierto magistral. Probablemente el mayor y más significativo en años, probablemente el más satisfactorio, probablemente el antiespasmódico para mi indigestión mental.


Con el sosiego de la brisa marina la consigna catártica hizo click en nosotros y al márgen de todo lo que pude haber expuesto, fueron las galopantes confesiones de ti mismo las que me hicieron amarte más.


Aceptar la imperfección, aprender a vivir con ella y con la conciencia de los errores a cuesta te hacen más grande.


Gracias!

jueves, 9 de agosto de 2007

prólogo


Con el sencillo ánimo de refugiar mis pensamientos, cambiándome de casa (de otro servidor) al "popular" blogspot, germinando mi propio espacio de popurrí ideacional, doy la bienvenida a cualquier foraster@ que pasé por aquí y, asi mismo, me "bienvengo a mi misma", siendo este un espacio de libre opinión...

Sin seriedad, con seriedad, abstracta, concreta, concisa, difusa, disgregada y ordenada es lo que prometo ser, pues no me defino....


Bisoña en las palabras no pretendo ser literata, solo busco comentar webadas atingentes (con/sin relevancia) en mi forma.


Paz.